05 Sep Mi método: metodología sistémica y género
Llevo años trabajando en ello, observándome y observando el mundo de las mujeres que me rodean y que forman parte de mi vida. He estudiado y practicado y he llegado a una conclusión y, por ende, a un método. Comparto contigo las ideas clave de esta interesante mezcla de métodos y visiones.
¿Qué tiene que ver la metodología sistémica y el género?
Las mujeres han interiorizado cierta ideas y creencias que, pese a su utilidad y su lógica, han causado un impacto en el concepto que hemos desarrollado de nosotras mismas. No hace falta que las hayamos experimentado en primera persona para que estas ideas (y creencias) surtan efecto.
Este sistema de creencias al cual nos referimos se ha generado en nuestros entornos más próximos por medio de la socialización de género. Estos entornos, que incluyen tanto los familiares como los escolares o educativos, nuestro grupo de iguales, o los medios de comunicación, graban y consolidan en nuestro cerebro un sistema de creencias, dictando nuestro comportamiento y, por ende, dirigen nuestra vida.
Las más poderosas de estas creencias, proceden de nuestro entorno familiar y social, y las hemos incorporado por observación, transmisión “ inconsciente” o simplemente porque nos habían dicho que esto era lo correcto que teníamos que hacer como mujeres y nos lo hemos creído durante la mayor parte de nuestras vidas.
No porque seamos tontas o locas, nada de eso, sino porque cada una de nosotras, somos parte de un sistema social mayor, más fuerte que nuestras mismas individualidades, al cual somos “fieles” y del cual es difícil escaparse. Un sistema cuyas reglas del juego son masculinas, el sistema patriarcal.
Por esta razón, tenemos ideas y conceptos sobre nosotras y sobre lo que tenemos que hacer o no hacer para ser aceptadas socialmente, ideas que las mujeres deberíamos de tener sobre: cierto color de piel o cierta manera de vestir, hablar para ocupar un espacio público, la preferencia para una profesión u otra, el trabajo fuera y dentro de casa, la separación entre la elección de la maternidad y la profesión, el concepto del éxito, el concepto de pareja y el amor romántico que impide una visión alternativa e igualitaria de la pareja, la idea que tenemos que mostrarnos afectuosas y preocupadas por los demás, etc.
Todas estas creencias pueden llegar a ser devastadoras en la vida de cualquier mujer, porque la discriminación se internaliza.
“No voy a aceptar más las cosas que no puedo cambiar. Voy a cambiar las cosas que no puedo aceptar. “– Angela Davis
El coaching sistémico con enfoque de género pone la atención en la diferencia de posicionamiento en la vida de hombres y mujeres frente y en relación a los acontecimientos de la vida. Posicionamientos que proceden de nuestra forma de pensar, de nuestras ideas, creencias y patrones mentales.
¿Cómo lo hace?
A través de sencillos ejercicios y dinámicas visuales que te harán comprender de inmediato donde estás ubicadas con respecto a un tema que te preocupa. Ofrece una clara visión del conjunto y de las dinámicas claves de un proceso (comprensión o visión sistémica).
Esta herramienta ayuda a entender las dinámicas de los entornos en los cuales nos movemos y facilita el cambio de perspectiva, actitud y posicionamiento frente a una situación que nos está perjudicando.
Esto es lo que pretende hacer el coaching sistémico, cambiar nuestro foco de atención y brindarnos un espacio privilegiado desde el cual sentirnos más fuertes y empoderadas para actuar. Esta perspectiva más amplia y estratégica potencia acciones innovadoras que impactan en nuestro entorno tanto personal como profesional.
“Yo solía pensar que era la persona más extraña del mundo, pero luego pensé, hay mucha gente así en el mundo, tiene que haber alguien como yo, que se sienta bizarra y dañada de la misma forma en que yo me siento. Me la imagino, e imagino que ella también debe de estar por ahí pensando en mí. Bueno, yo espero que sí tutú estás por ahí y lees estos sepas que sí, es verdad, yo estoy aquí, soy tan extraña como tú” . – Frida Kahlo
¿Te interesa saber más sobre este tema, o sobre cómo trabajo y cómo te puedo acompañar?
Contáctame, te espero, soy tan extraña como tú.