08 May El trabajo del conocimiento en la sociedad del cansancio
“Nunca está nadie más activo que cuando no hace nada” Catón
Con la crisis del COVID-19 nos ha parado en seco, nos ha recluido en nuestras casas, y nos ha obligado a reflexionar (por lo menos) un poco sobre nuestras vidas, nuestras relaciones, nuestros trabajos, y sobre las cosas que importan más.
Acaso ¿no extrañamos tomarnos unas cañas con los amigos sentados una terraza?
La buena noticia de esta pandemia es que nuestra hiperactividad ha desacelerado y el tiempo se ha dilatado. Hemos incorporado nuevos estilos de vida y pasado de trabajar en las oficinas a trabajar desde nuestra casa; esta nueva realidad ha conllevado varios ajustes a nivel personal y profesional.
Nuestra forma de trabajar ha cambiado, y estos dos meses de aislamiento en casa teletrabajando (para las personas que han tenido la suerte de hacerlo), han hecho cada vez más evidente que somos trabajadores y trabajadoras del conocimiento.
Manejamos conocimiento e información y esto convierte nuestro trabajo en un ejercicio principalmente creativo e intelectual, cuyo alcance es realmente difícil de medir en los términos industriales de horarios y producción.
¿Qué es un trabajador, una trabajadora del conocimiento?
“Un trabajador del conocimiento es aquel que posee un saber específico y lo utiliza para trabajar.” Peter Drucker
El trabajador del conocimiento no produce un producto físico como un traje o una cartera. Produce conocimientos, ideas e información, de los que alguien debe apropiarse para integrarlos en una tarea de forma tal que sean productivos.
Son trabajadores y trabajadoras del conocimiento tanto investigadores/as científicos/as y cirujanos/as como dibujantes, gerentes o los empleados/as que trabajan con un ordenador .
pero ¿Cómo mide el tiempo un trabajador, trabajadora del conocimiento?
Por ejemplo, ¿cómo se mide el tiempo necesario para la redacción de un informe, o el tiempo que necesitas para producir un curso de formación, o un plan de marketing?
Además, ¿Cómo maneja la información que sigue entrando en tu escritorio o bandeja de entrada de tu mail, mientras que estás trabajando en tu informe o en lo que sea?
Mucha información que manejar ¿verdad?
En la segunda mitad del siglo XX surge una nueva forma de trabajo, diferente del trabajo tradicional y con enorme impacto en nuestra productividad personal y nuestro bienestar mental y emocional.
Peter Drucker denominó esta nueva forma de trabajo, Trabajo del conocimiento. El economista decía (en 1999) que la productividad del trabajador del conocimiento es uno de los nuevos desafíos del siglo XXI.
¿Qué implica ser un trabajador del conocimiento?
Implica que el trabajo deja de ser evidente, visible y no siempre está claro lo que hay que hacer.
Características del trabajo del conocimiento:
- No está definido, se necesita definirlo para poder hacerlo.
- Es desconocido y lo desconocido suele generar estrés, por esto es importante convertir el trabajo en evidente o visible.
- No es predecible, si no sabes que concretamente hay que hacer con algo, difícilmente vas a poder saber cuánto tiempo tardará en hacerlo.
- No es evidente cuando puede darse terminado el trabajo, por ejemplo ¿Cuándo está terminada una propuesta para un cliente? ¿Cuándo estará terminado e informe?
¿Por qué ocurre que no sabemos cuando un trabajo del conocimiento está terminado?
Ocurre esto porque en el trabajo del conocimiento, los criterios que definen cuando el trabajo está hecho, no siempre son únicos porque se basan en: conocimiento, experiencias, expectativas y forma de trabajar de cada persona.
Así que :
- Definir el trabajo.
- Definir los criterios que indican cuando el trabajo estará terminado.
Son acciones claves para nuestra productividad y para nuestra salud mental, emocional y la cordura.
El trabajo del conocimiento implica una nueva forma de gestionarnos que tiene que ver con algunas capacidades clave:
- capacidad de definir objetivos a conseguir (tanto personales como profesionales)
- Capacidad de decisión, qué hacer y qué dejar de hacer
- Capacidad de organización interna y de enfocarse en la tarea
- Conocimiento de uno mismo de sus puntos fuertes y puntos débiles
- Capacidad de aprender a aprender lo que es necesario aprender para realizar el trabajo (perdón la redundancia)
Y lo más importante es : controlar tu propio tiempo—decidir en qué invertirlo, en qué no.
Dejar de hacer aquello que no sirve, no produce resultados y no nos acerca a los objetivos deseados.
“(…) La pérdida de la capacidad contemplativa y la hiperactividad de nuestra sociedad, han contribuido a generar estrés y cansancio en nuestra moderna sociedad activa. (…) La hiperactividad en lugar de llevar a la libertad, origina nuevas obligaciones. Es una ilusión pensar que cuanto más activo uno se vuelva, más libre es.” Byung-Chul Han (filósofo coreano).
En el trabajo del conocimiento, hay que aprender a dejar cosas SIN hacer. El tiempo es limitado las tareas que van apareciendo son potencialmente infinitas. Saber decir que NO a algunas posibilidades o situaciones que aparecen es importante para evitar el colapso mental y emocional.
La hiperactividad como bien dice el filósofo coreano Byung-Chul Han, en su libro «La sociedad del cansancio», es una forma sutil de pasividad, es decir, una incapacidad de frenar nuestros impulsos reactivos y de seguir haciendo, produciendo, hasta agotarnos.
La productividad no consiste en hacer más cosas en poco tiempo, sino que consiste en saber que dejar de hacer porque no merece la pena.
Una sana productividad consiste en tener claro que lo valoras para dirigir tu tiempo y energía en ello. Consiste en una nueva forma de pensar y manejar el trabajo.
Sígueme, seguiré compartiendo contigo mis aprendizajes sobre técnicas y herramientas para la efectividad personal, la gestión del tiempo, el manejo del conocimiento y del estrés.
Paola Pozzi – Coaching, Formación, Igualdad